¿Es el turismo totalmente beneficioso para la Reserva Nacional de Paracas y su población?



Muchos parques, reservas y zonas naturales en el Perú viven del turismo. La Reserva Nacional de Paracas es una de ellas. El año pasado registró 327 952 visitas entre turistas nacionales y extranjeros. Sin embargo, las personas que lo habitan, muchas veces se concentran en generar ingresos y descuidan aquello que les permite hacerlo. Soy de la opinión de que no se está buscando preservar. Para alcanzar la prosperidad, la solución debe de ser integral. Por un lado se debe educar a la población en el cuidado de sus recursos naturales y del otro, el estado debe brindar los mecanismos para la mantención de la zona. Ya están las leyes y los reglamentos, por lo que es su deber cumplirlas, aplicarlas y sancionarlas cuando corresponda. Y como última medida, dar mantenimiento constante, ante el desgaste que causa el tránsito turístico, necesario para mantener la sanidad en la reserva. El turismo es beneficioso para toda región, pero si no se regula, controla y supervisa lo que sucede dentro de Paracas, a la posteridad, será tal el daño causado, que además de no generar ingresos, perderemos un área natural que contiene miles de especies de flora y fauna.
El peruano no valora, no ve el trasfondo o la utilidad de la reserva para miles de personas, las cuales la necesitan para subsistir. Además, a través de las especies de fauna y flora que tiene, nos da prestigio como un país distinto, admirable, único. Y eso es algo que debe estar muy presente durante todo el proceso de crecimiento de un infante. Para que se forme una identidad y un lazo con todo lo que nos caracteriza como nación.
 El 95.5 % de turistas en la Reserva Nacional de Paracas, son de origen nacional y no son solo ellos los que se portan mal con nuestros recursos, sino las mismas personas que viven de ello y trabajan en el sector turístico de la zona.
Hemos podido ver como los guías molestan a las especies de la zona para que salgan y se muestren, de modo que los turistas tomen fotos y se diviertan o la práctica de deportes acuáticos en zonas prohibidas, que produce el alejamiento de algunas manadas de animales que habitan en las aguas y no permiten su visualización.
Uno de los principales problemas se ha visto en la movilización a través de camionetas o motos areneras. Como bien se sabe, esta circulación de vehículos afecta zonas de anidamiento, permanencia y alimentación de la fauna, sobretodo de aves, además de que dejan las huellas de los vehículos que generan impactos visuales. Y principalmente, no permiten la generación de ingresos, ya que muchos de estos turistas motorizados ingresan a la reserva por el desierto con la intención de evitar el pago por derechos de ingreso.
Estas conductas no pueden continuar porque dañan la integridad de la reserva y la nuestra como peruanos. Es necesario un cambio de mentalidad y debe empezar en los años de crecimiento, es por eso que se reconoce la enseñanza a los niños acerca de nuestras especies y lo valiosas que son, invitándolos a conocer más acerca de su cultura, un trabajo que debe ser liderado por el Ministerio de Educación y con el cual se ha visto comprometida la ministra Martens.

 En segundo lugar, debemos destacar que el Estado es clave en el desarrollo de la zona, pues se encarga de administrar sus recursos y de invertir para su preservación. Se tiene un acuerdo y una deuda con los habitantes aledaños a la reserva y se deben intensificar los esfuerzos por asegurar la seguridad de las especies, así como la inversión que se hace en el personal y equipos de limpieza y transporte.
Muchos ministerios se reparten las tareas dentro de la zona, realizando diversas tareas, entre las que se encuentran las actividades recreativas dentro del parque o la decoración y difusión de esta misma. Sin embargo, el monto que se destina a su cuidado es bastante limitado y el personal también lo termina siendo. Esto resulta determinante para que haya absoluta libertad para los visitantes de realizar las actividades que quieran y que por tanto, como expliqué anteriormente se abuse y se aproveche de mala forma, los atributos de la reserva.
Si el Estado quiere demostrar su compromiso con los habitantes, debe aumentar la seguridad para las especies, los carteles de advertencia y su cantidad, los contenedores de residuos, el personal de supervisión y los equipos para la mantención de la zona. Solo de este modo las cosas y el estilo de vida de la gente cambiara, hay que aportar, invertir en aquello que nos muestra al mundo como país. 
No somos una potencia, queda claro, no tenemos millones para regalar, menos luego del caos que vivimos a inicios de año con el desborde de los ríos, pero las autoridades deben saber que si ellos invierten es para luego recibir y que esas ganancias que obtengamos dando un servicio de calidad a los turistas, con limpieza y orden en la instalaciones, será beneficioso para el desarrollo de su población y del país entero.

Finalizando, debo mencionar que el Estado si está empezando a actuar y eso es algo para alegrarse, ya que a inicios de año se reportó que se iban a invertir 18 millones de dólares en refacciones y reformas para el cuidado de los animales en la Reserva Nacional de Paracas.
Este es un símbolo o una señal de que el peruano está evolucionando y se está dando cuenta de qué le hace falta para seguir creciendo, para alcanzar una prosperidad, no solo del más adinerado, sino del trabajador humilde, que en este caso, tiene a la Reserva como único medio para seguir sobreviviendo. Como hemos podido notar, el progreso, en este caso tiene dos enfoques. El primero está en la conciencia del turista, del consumidor. En lo cual, aún hay que trabajar duro y parejo para crear mayor conocimiento y salir de esa ignorancia diaria a la que nos enfrentamos. Y después, del Estado, que debe demostrarle a su población que va a apostar por ellos y su trabajo, que les dará los medios para hacerlo y no permitirá que nadie interfiera con su crecimiento individual, haciéndolo, de este modo, colectivo. Hay que tomar consciencia acerca de la situación del país, de lo maltratadas que están nuestras zonas turísticas. Si continuamos por el mismo rumbo, no tendremos nada que ofrecer ni de que enorgullecernos frente al mundo en el futuro. El Parque Nacional de Paracas es patrimonio nacional y es tu deber y el mío preservarlo por muchísimos años más, nadie lo hará por ti, peruano.


DE: ANDRÉS HERLES

Comentarios

  1. La Reserva de Paracas es un hermoso lugar muy cerca de Lima que bien vale la pena visitarla con toda la familia y recomendarla a los demás!!!. Es deber del Estado, Autoridades, pobladores y visitantes protegerla debidamente para que no pierda su encanto natural, respetando a las especies marinas, y no ser agentes contaminantes de ninguna manera. Valorar y cuidar nuestro Patrimonio Nacional es tarea de TODOSSSS!!!!

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    1. Muchas gracias Claudia, completamente cierto, es una pena que ninguna de las personas en los alrededores, le de el cuidado que se merece a la reserva

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